viernes, marzo 13, 2009

La chica que soñaba…



La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.

Estaba amarrada con correas de cuero en una estrecha litera de estructura de acero. El correaje le oprimía el tórax. Se hallaba boca arriba. Tenía las manos esposadas a la altura de los muslos.
Hacía mucho tiempo que había desistido de todo intento de soltarse. Se encontraba despierta pero con los ojos cerrados. Si los abriera, sólo vería oscuridad; la única luz existente era un tímido rayo que se filtraba por encima de la puerta. Tenía mal sabor de boca y ansiaba lavarse los dientes.
Una parte de su conciencia aguardaba el sonido de unos pasos que anunciaran su llegada. Ignoraba qué ahora de la noche sería, pero le parecía que empezaba a ser demasiado tarde para que él la visitara. Una repentina vibración le hizo abrir los ojos. Era como si una máquina se hubiese puesto en marcha en algún lugar del edificio. Unos segundos después ya no estaba segura de si se trataba de un ruido real o de si lo había imaginado.
Tachó un día más en su mente. Era el día número cuarenta y tres de su cautiverio.
Le picaba la nariz y giró la cabeza para poderse rascar contra la almohada. Sudaba. En la habitación hacía un calor sofocante. Llevaba un sencillo camisón que se le arrugaba en la espalda. Al mover la cadera pudo atrapar la prenda con los dedos índice y corazón para irla bajando, centímetro a centímetro, por unos de los dos lados.

He de confesar que estoy un poco saturado de tanto Best-Seller, pero claro una vez que ya había leido el primer volumen pues tenía que leer el segundo y se que aún me queda el tercero pero para cuando lo editen. Y qué nos encontramos en La chica que soñaba… pues un poco de lo mismo, no voy a discutir que hay momentos que está muy entretenido pero son lecturas que no van más allá, lo curioso de este volumen es que te deja una parte de la historia abierta, no como en el primero que empezaba y finalizaba. Una de las cosas que más me han gustado es que los personajes siguen ganando en matices y vivencias. Lo que tengo claro es que de momento no voy a leer más de Stieg Larson, creo que me voy a pasar a Almudena Grandes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo, me voy a ver obligada a leerlo, yo que suelo huir de los best sellers, pero es que últimamente todo el mundo me habla de este libro y del anterior, el de los hombres que no amaban a las mujeres, creo que se llama así. En fin, nada, que lo leeré, gracias por tu blog.
Eva

Mork dijo...

Hola Eva, no te veas obligada, cuando tengas la oportunidad los lees y listos, no van a desaparecer… Saludos

trupitomanias dijo...

lo leí.. y bueno esta entretenido