martes, octubre 01, 2019

La novia gitana | Carmen Mola



Al principio parece un juego. Alguien ha encerrado al niño en un lugar oscuro y él tiene que intentar salir de allí por sus propios medios. Lo primero sería encontrar el interruptor de la luz, pero el niño no lo busca porque piensa que la puerta se va a abrir en cualquier momento.
La puerta no se abre.
También puede ser un concurso de resistencia, gana el que pasa más tiempo en silencio, el que no pide ayuda. El niño pega la oreja a la puerta de madera, desportillada. Oye un ruido ensordecedor, una moto que arranca y se aleja. Entonces comprende que está solo. Si empezara a gritar, notaría el eco de su voz en ese espacio lóbrego, lleno de polvo y humedad; pero está tan asustado que no le sale ni el llanto.
Ahora sí tiene que encontrar el interruptor de la luz. Tantea la pared. Evita los obstáculos, despacio, para no caerse. Hay una bombilla en el techo, tiene que haberla. La habitación cuenta con una ventana estrecha y alargada, en la parte superior de la pared, pero el sol se ha puesto hace una hora y ya solo quedan las primeras sombras de la noche.
No sabe por qué lo han encerrado.
En sus pasos de sonámbulo por la oscuridad tropieza con lo que parece una lavadora. Podría probar a ver si funciona, por lo menos le acompañaría el ruido del agua dando vueltas en el tambor; pero no lo hace. Sigue explorando el lugar, acariciando la pared con una mano, como un ciego. Quiere encontrar el interruptor, pero sus dedos golpean el mango de una herramienta. Es una pala que cae al suelo con estrépito.


Silencio, luces, cámara y acción. Me he quedado fascinado con esta novela, más que leer un libro ha sido como ver una película. Una prosa contundente, sencilla, directa, llena de giros que no paran de sorprenderte y como colofón final una última página que te dejará con la boca abierta y los pelos como escarpias. Sobre los personajes poco podemos decir, bien dibujados, pero Elena Blanco te va a cautivar aunque tenga todos los clichés del género. Y lo de la autora o autor también nos ha dejado descolocados; en estos tiempos en que todo debe de ser apariencia pues llega esta escritor@ y dice que no quiere saber nada de nadie, que le dejen en paz que quiere seguir con su vida anónima y que no nos va a decir quien es. Con dos ovarios o dos cojones vamos.
Si quieres leer una novela negra donde no hay una página de respiro y en el momento en que la empieces no vas a querer dejar de leerla, esta es la mejor opción.

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