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miércoles, octubre 21, 2009

La Larga Marcha por Rafael Chirbes


Eran las cuatro de la mañana de un día de febrero. A pesar de que los postigos de la ventana permanecían cerrados, se oía el ruido del torrente a espaldas de la casa. Había nevado durante varios días, luego había salido el sol, después había llovido, y ahora el torrente arrastraba toda el agua resultante del deshielo, y ramas secas y piedras que, al ser transportadas, producían un tremendo fragor. En la casa se advertía especial agitación. Las mujeres entraban y salían de la cocina con ollas humeantes y en la chimenea ardía un fuego poderoso que imprimía un tono rojizo a la escena que se desarrollaba allí, imponiéndose la luz que salía del espacio de la chimenea a la del quinqué que colgaba del techo y a la del que permanecía encendido encima de la mesa en la que apoyaba sus codos, silencioso e inmóvil, un hombre de unos treinta y tantos años. Llevaba sobre los hombros una manta a rayas, y estaba sentado en el largo banco de madera que recorría dos de las cuatros paredes de la habitación, formándo un ángulo en el que se inscribía la mesa. A su derecha, otro hombre se fumaba un pitillo. Duplicaba en edad al que estaba junto a él, aunque el dibujo de sus caras -aparte de las diferencias impuestas por los años- era casi idéntico: los rostros de los dos, vistos el uno junto al otro, podrían servir como modelo para componer uno de esos grabados morales, a los que tan aficionado fue el Barroco, que simbilizan las edades de la vida, el paso del tiempo sobre el cuerpo de los hombres. Donde los rasgos del hijo se pegaban aún al trazo de la mandíbula y de los pómulos, los del padre se ensanchaban y se volvían borrosos en su dibujo, adquiriendo un aire de informidad; y también la nariz del padre era como si la del hijo hubiese perdido cierto soporte y se hubiera desmoronado…


Nada sabía nada de este autor español, Rafael Chirbes, gran error porque la narrativa de este escritor es exquisita. El libro es bueno pero la primera parte, donde narra la historia de la primera generación de los personajes es sensacional. Y lo que tengo claro es que éste es el primer libro pero no será el último que lea de él.