lunes, noviembre 10, 2014

Shea Butter Soap | Madame Mysterio


¿Se puede hacer un envoltorio más bonito y elegante que éste para un jabón? Nosotros pensamos que no. Shea Butter Soap - Madame Mysterio.

Comenzando la semana…


En constante aprendizaje. Disfrutando con el libro, el economista camuflado de Tim Harford.

domingo, noviembre 09, 2014

Kristina Varaksina




Potentísimas imágenes a cargo de la fotógrafa Kristina Varaksina, donde predomina la belleza y la potencia visual. Kristina Varaksina.

Outings, el arte llevado a la calle




Si no vas al museo, el museo va a ir a ti. Hubiese sido una genial campaña de comunicación para algún museo.
¡Cómo nos gustan estas iniciativas! El arte llevado a la calle; incluso decora y dar color a las calles. Outings, el arte llevado a la calle.

Tayuta by Yoshitoshi Kanemaki

Iniciamos el domingo con un capricho de la naturaleza o con un artista que le sobra imaginación.  No os perdáis el resto de su trabajo porque no tiene desperdicio. Yoshitoshi Kanemaki.

miércoles, noviembre 05, 2014

Baku & Idea




Es increíble la gente con imaginación lo que puede hacer. Como ya estamos en otoño alguien se puede animar a ver si le salen parecidas, aunque nosotros pensamos que no es nada sencillo. Baku & Idea.

lunes, noviembre 03, 2014

Todas las Almas | Javier Marías


Dos de los tres han muerto desde que me fui de Oxford, y eso me hace pensar, supersticiosamente, que quizá esperaron a que yo llegara y consumiera mi tiempo allí para darme ocasión de conocerlos y para que ahora pueda hablar de ellos. Puede, por tanto, que -siempre supersticiosamente- esté obligado a hablar de ellos. No murieron hasta que yo dejé de tratarlos. De haber seguido en sus vidas y en Oxford (de haber seguido en sus vidas cotidianamente), tal vez aún estuvieran vivos. Este pensamiento no es sólo supersticioso, es también vanidoso. Pero para hablar de ellos tengo también que hablar de mí, y de mi estancia en la ciudad de Oxford. Aunque el que habla no sea el mismo que estuvo allí. Lo parece, pero no es el mismo. Si a mí mismo me llamo yo, o si utilizo un nombre que me ha venido acompañado desde que nací y por el que algunos me recordarán, o si cuento cosas que coinciden con cosas que otros me atribuirían, o si llamo mi casa a la casa que antes y después ocuparon otros pero yo habité durante dos años, es sólo porque prefiero hablar en primera persona, y no porque crea que basta con la facultad de la memoria para que alguien siga siendo el mismo en diferentes tiempos y en diferentes espacios. El que aquí cuenta lo que vio y le ocurrió no es aquel que lo vio y al que le ocurrió, ni tampoco es un prolongación, ni su sombra, ni su heredero, ni su usurpador.


¿Qué decir de uno de mis escritores favoritos? Pues que es una gozada compartir horas con la prosa de este gran escritor. Como siempre no importa lo que cuente, sino como lo cuenta.  Su estilo brillante te envuelve y te atrapa.

domingo, noviembre 02, 2014

Joel Sossa again…




En junio de 2012 el fotógrafo Joel Sossa nos conquistó con su trabajo y ahora es un momento genial para disfrutar de sus últimos disparos. Memories From A Lost Mind

New Mural by Etam Cruin Rome




Alucinando con el último mural realizado por Etam Cruin en Roma.

jueves, octubre 30, 2014

miércoles, octubre 29, 2014

CITIx60 City Guides





¿Qué se le puede pedir a una guía además de que tenga mucha información útil? Pues que sea un placer para el sentido de la vista y el tacto. Cuidado porque pueden ser adictivas!!!! CITIx60 City Guides.

lunes, octubre 27, 2014

Galveston | Nic Pizzolatto


Un médico me fotografió los pulmones. Estaban reple­ tos de copos de nieve.
Al salir de la consulta me pareció que todos los pre­ sentes en la sala de espera se alegraban de no ser yo. Ciertas cosas se notan en la cara de la gente.
Yo ya sospechaba que algo iba mal porque unos días antes, al subir dos tramos de escalera persiguiendo a un tipo, había notado que me costaba respirar, como si cargase con unas pesas en el pecho. Había pasado un par de semanas bebiendo más de la cuenta, pero tuve claro que se trataba de algo más que eso. Me dio tanta rabia ese dolor repentino que le rompí la mano al tipo. Escupió algún diente y se quejó a Stan de que le parecía excesivo.
Pero es que siempre me han dado trabajo por eso. Porque soy excesivo.
Le conté a Stan lo del dolor en el pecho y me mandó a un médico que le debía cuarenta de los grandes.
Al salir de la consulta, saqué los cigarrillos del bol­ sillo de la chaqueta y empecé a estrujar el paquete, pero decidí que no era un buen momento para dejarlo. En­ cendí uno allí mismo, en la acera, pero no me supo bien y el humo me hizo pensar en los hilos de algodón que se entretejían en mis pulmones. Los coches y autobuses circulaban a escasa velocidad y la luz del sol arrancaba destellos de sus cristales y de los cromados de las carrocerías.


Lo primero que tengo que decir es que soy un incondicional de Nic Pizzolatto, y cuando me enteré que podía leer un libro suyo, no me lo pensé. Galveston me ha encantado; una historia de personajes y escenarios. Desde la primera página empiezas a disfrutar de un universo muy particular y en todo momento sabes que no todo va a terminar con un feliz final. Si te gusta la novela negra, éste es un libro que ya estás tardando en disfruar.

domingo, octubre 26, 2014

Javiera Mena | Otra Era



Esta canción nos dejó pillados el otro día escuchando radio 3. No teníamos ni idea de quienes eran y hoy por casualidad visualizando Pinterest… apareció. Un buen tema, para dar la bienvenida al duro lunes

Customiza tu vehículo…




Menuda locura de costumización y únicamente con un rotulador y mucho arte. Customized Car With A Marker.

martes, octubre 21, 2014

Andrea Torres Balaguer


Alucinando con el trabajo de la fotógrafa Andrea Torres Balaguer, esta imagen nos ha dejado sin palabras…

Danny Demers





Empezamos la semana con un portfolio impecable. Danny Demers es un diseñador que diseña de una manera elegante, bella, inteligente…

sábado, octubre 18, 2014

Gomorra | Roberto Saviano


El contenedor se balanceaba mientras la grúa lo transportaba hacia el barco. Como si estuviera flotando en el aire, el spreader, el mecanismo que engancha el contenedor a la grúa, no lograba controlar el movimiento. Las puertas mal cerradas se abrieron de golpe y empezaron a llover decenas de cuerpos. Parecían maniquíes. Pero en el suelo las cabezas se partían como si fueran cráneos de verdad. Y eran cráneos. Del contenedor salían hombres y mujeres. También algunos niños. Muertos. Congelados, muy juntos, uno sobre otro. En fila, apretujados como sardinas en lata. Eran los chinos que no mueren nunca. Los eternos que se pasan los documentos de uno a otro. Ahí es donde habían acabado. Los cuerpos que las imaginaciones más calenturientas suponían cocinados en los restaurantes, enterrados en los huertos de los alrededores de las fábricas, arrojados por la boca del Vesubio. Estaban allí. Caían del contenedor de decenas, con el nombre escrito en una tarjeta atada a un cordón colgado del cuello. Todos habían ahorrado para que los enterraran en su ciudad natal, en China. Dejaban que les retuviesen un porcentaje del sueldo y, a cambio, tenían garantizado un viajes de regreso una vez muertos. Un espacio en un contenedor y un agujero en un pedazo de tierra china. Cuando el hombre que manejaba la grúa del puerto me lo contó, se tapó la cara con las manos y siguió mirándome a través del espacio que había dejado entre los dedos. Como si aquella máscara de manos le infundiera valor para hablar. Había visto caer cuerpos y ni siquiera había tenido que dar la vox de alarma, que avisar a nadie. Simplemente había depositado el contenedor en el suelo, y decenas de personas surgidas de la nada los habían metido todos dentro y habían retirado los restos con un aspirador.


Qué ganas tenía de leer este libro; y qué decepción me he llevado con él. Supuse que sería una historia novelada sobre los entresijos de la camorra italiana. Y lo que me encuentro es casi con un listín de nombres, motes y fechorías. Casi me ha dado un patatus para poder acabarlo; si tubiese que describirlo con una palabra sería SOPORÍFERO.

Motley Mutton




Nos prenguntábamos. ¿Cómo se puede hacer algo tan bonito? Menudos personajes… Motley Mutton.

Hotel No Hotel





Hotel No Hotel, el nombre además de ser una genialidad, lo dice todo. Viendo las instantáneas nos preguntamos ¿cómo harán las camas? Hotel No Hotel.