Me hace gracia el mundo del packaging y como se intenta innovar lo más posible en materiales, formas, diseños, costes… todo con tal de diferenciarte de tu competidor y robarle o hacer que tu trozo de tarta sea más grande. Hace unos meses tuve la suerte de colaborar con un diseñador donde se nos planteaba un problema de este tipo, después de cuatro días estudiando el tema y rediseñando llegamos a la coclusión que el cliente tenía perdida la batalla con las premisas que nos daba y comparándolo con sus competidores.
Hoy veo este trabajo de packaging y me hace gracia, porque igual para diferenciarte de tu competencia igual no hay que ir hacia adelante sino hacia atrás y darle un toque contemporáneo al resultado final, viendo este trabajo ya no tengo dudas. Lo jodido será cuando todos tomen este camino. The Dieline
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