Cada vez que tengo que rehacer el diseño de una web de hace años, y con nueve horas de trabajo ya en la espalda, me pongo a temblar… lo que en su momento parecían archivos ordenados, interletrajes pensados… en el futuro se convierte en un galimatías no comprensible ni por el propio creador. Lo que debería de hacer en cinco horas se multiplica por tres o por cuatro. Para superarlo necesito una voz femenina que me acune y que mejor voz que la que podemos escuchar en esta preciosa canción de Meteoros.
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