Anax recorrió el largo pasillo. Sólo se oía el débil zumbido del filtro de aire del techo. La iluminación era débil, como exigía el nuevo reglamento. Ella recordaba días más luminosos, pero nunca hablaba de ellos. Ése era uno de los Grandes Errores: pensar en la luminosidad como una cualidad del pasado.
Llegó al final del pasillo torció a la izquierda. Miró la hora. La verían acercarse, o eso se rumoreaba. La puerta corredera se abrió suave y silenciosa, como todo en las instalaciones de la Academia.
-¿Anaximandro?
Ella asintión con la cabeza.
El tribunal lo componían tres Examinadores, tal como fijaba el reglamento. Anax sintió un gran alivio. Los detalles del examen se guardaban en secreto y entre los candidatos circulaban un sinfín de rumores. <
Anax adoraba a su tutor. No iba a decepcionarlo. La puerta se cerró detrás de ella.
Curiosa historia, un libro que he leído de casualidad, pero la verdad es que me ha sorprendio y para nada esperaba el desenlace. Del argumento poco podemos contar sin desvelar lo más interesante. Una sociedad creada bajo un estricto régimen para la salvaguarda de la misma. Hay dos elecciones o esta primera que hemos mencionado o una sociedad menos controlada pero abocada al desastre. Éste es el punto de partida, a partir de ahí el autor nos sorprenderá con sus argumentos.
