-¿Le importaría no fumar, señor Ushikawa? -dijo el hombre de baja estatura.
Durante unos instantes, Ushikawa observó el rostro de su interlocutor, sentado al otro lado del escritorio, y luego miró el cigarrillo Seven Stars que sus propios dedos sujetaban. No estaba encendido.
-Lo siento -añadió cortésmente el hombre.
Ushikawa adoptó un gesto de perplejidad y se preguntó qué hacía aquello en sus manos. Dijo:
-¡Ah! Disculpe, no debería haberlo sacado. No voy a encenderlo. Mis manos se han movido a su antojo, sin yo darme cuenta.
El hombre subió y bajó el mentón sólo un centímetro, sin que su mirada se desviara ni un ápice. Toda su atención estaba puesta en los ojos de Ushikawa. Éste devolvió el cigarrillo a la cajetilla y la guardó en un cajón del escritorio.
El hombre alto, con el pelo recogido en una coleta, estaba de pie, en la entrada, rozando apenas el marco de la puerta y mirando a Ushikawa como quien contempla una simple mancha en la pared. <<¡Qué tipos tan siniestros!>>, pensó Ushikawa. Pese a que era la tercera vez que se reunía con ellos, siempre le producían la misma intranquilidad.
El hombre bajo y de cabeza rapada, sentado frente al escritorio del exiguo despacho de Ushikawa, era el que hablaba. El de la coleta guardaba un profundo silencio. Sólo miraba a Ushikawa a la cara, completamente inmóvil, como los komainu colocados a la entrada de los santuarios sintoístas.
-Han pasado tres semanas -dijo el de la cabeza rapada.
Ushikawa cogió un calendario de mesa y comprobó algo que había anotado en él.
Por fin he podido descubrir el final del libro 1Q84, estaba deseoso de leerlo pero me he llevado una pequeña decepción. Si comparamos este tercer libro con los otros dos, es netamente inferior. Los dos primeros libros te cautivan, te envuelven con esos personajes, situaciones y misterios, pero con éste para nada ocurre lo mismo. Desde mi punto de vista se ha limitado a terminar la historia de una manera simplista, sin magia y dejando bastantes cosas en el aire. Hay quien dice que incluso era mejor que hubiese dejado la historia en suspenso con el segundo volumen. Yo no diría tanto pero el bajón se ha notado.