viernes, noviembre 08, 2013
Beau Stanton in Little Italy
Despedimos la semana con una auténtica obra de arte en las calles. El creador de esta joyita es Beau Stanton, un artista con un estilo muy refinado y lleno de matices. + Info
Etiquetas:
Blog,
ilustraciones,
street art
jueves, noviembre 07, 2013
Pawel Rebisz
miércoles, noviembre 06, 2013
Erwin Olaf de nuevo
Siempre es un gran placer volver a ver el inquietante trabajo del artista Erwin Olaf, un clásico por estos lares.
Etiquetas:
fotografía
Say My Name by Majestic
Ya estamos en el ecuador de la semana y casi sin energía para llegar al final. En estos momentos lo mejor es parar; y escuchar buena música. Menuda versión de Say My Name de Destiny's Child by Majestic
martes, noviembre 05, 2013
lunes, noviembre 04, 2013
JR the artist…
JR es un artista asiduo en nuestro blog porque es el perfecto ejemplo de creatividad. En su web podréis ver sus últimos y sorprendentes trabajos.
Etiquetas:
street art
domingo, noviembre 03, 2013
Reinventing the bookmark
Alucinante, un marca libros diferente para cada ocasión. En el vídeo nos podía explicar como es el tema de plegados, no se si se hará como los hendidos comunes. Reinventing the bookmark
Etiquetas:
curiosidades,
diseño gráfico,
vídeo,
Vimeo
viernes, noviembre 01, 2013
La vida cuando era nuestra | Marian Izaguirre
Hace frío. Solo es octubre, pero ya parece pleno invierno. He sacado el abrigo por primera vez y, como he visto que el día está nublado y hace viento, he decidido ponerme un pañuelo en la cabeza. Es un viejo pañuelo de seda que a veces llevo también al cuello, con mi chaqueta de Linton Tweeds. Antes me he recogido el pelo en la nuca. Me hubiera gustado tener un poco de brillantina Rosaflor, para que ningún cabello rebelde se saliera de su sitio, pero he tenido que conformarme con pasar la palma de la mano humedecida por la frente y las sienes. ¿Por qué tengo este pelo? Es asombrosamente blanco para mi edad. A veces me miro en el espejo y veo un reflejo amarillento, como de polluelo, que me recuerda el tiempo en el que fui rubia.
Solo tengo cincuenta y un años. Nací con el siglo. No creo que me corresponda tener este pelo tan blanco.
Voy a dar un paseo hasta su tienda. Me gusta caminar. Salir a media tarde, cuando ya estoy cansada de mis cosas, y andar durante un par de horas, sin rumbo fijo, por esta ciudad que crece a la misma velocidad a la que pasan los días. Hay muchas zonas que no conozco, a pesar de que llevo ya trece años en Madrid. Vine con treinta y ocho; qué joven era y qué joven me sentía entonces, parece increíble… La mayor parte de las veces no me alejo demasiado, pero cuando tengo ganas de ver algo completamente distinto, tomo uno de esos autobuses que van a los barrios de la periferia y me subo, dispuesta a emprender un largo viaje, como quien va a otro país, devorando las calles que veo a través de la ventanilla. En los semáforos atisbo los escaparates de las tiendas. Van cambiando a medida que nos alejamos del centro. Sé que estoy muy lejos cuando dejan de verse comercios de ultramarinos o de ropa y empiezan a aparecer los talleres mecánicos.
Creo que fue en una de estas excursiones mías cómo le conocí. Acababa de regresar del otro extremo de la ciudad, ya estaba cansada y me disponía a meterme en casa, sin demasiadas ganas, la verdad, porque aún era junio y los días eran luminosos y largos. Entonces vi a ese hombre. Me gustó que llevara una pila de libros en los brazos. Vestía una chaqueta vieja, con coderas, que parecía tener demasiados años, como mi abrigo de hoy. No llevaba sombrero, pero no era un obrero ni un campesino. Quizá un profesor, pensé entonces. Y antes de que me diera cuenta, le estaba siguiendo, manzana tras manzana, por las calles del distrito de Chamberí.
Esta joyita la leí en verano y me cautivó. Son libros que llegan a ti por casualidad, que desconoces tanto al autor/a y contenido pero que comienzas a leerlo y te dices que va a ser un buen libro. Una historia que versa sobre la amistad, el amor, los contratiempos…
Marian Izaguirre es una escritora cuyo estilo narrativo me ha gustado; la manera que tiene de dosificar la trama y entrelazar las historias ha hecho que sea un placer leer La vida cuando era nuestra.
Etiquetas:
libros,
Marian Izaguirre
Rediseñando El País Semanal
Etiquetas:
diseño editorial
jueves, octubre 31, 2013
miércoles, octubre 30, 2013
Un paso más allá del tattoo… by Xoil France
Etiquetas:
ilustraciones,
pinterest,
tattoo
martes, octubre 29, 2013
Paula Bonet
Etiquetas:
ilustraciones
Lagrafica 210
Etiquetas:
diseño gráfico,
tipografía
lunes, octubre 28, 2013
Dúo de ilustradoras… Crajes
Comenzamos la semana con el sorprendente trabajo del duo de ilustradoras Crajes. En su blog observaréis unas ilustraciones con un estilo y personalidad alucinante.
Etiquetas:
Blog,
ilustraciones
domingo, octubre 27, 2013
Una pintura dentro de otra por Tom French
Tom French es un pintor que no se conforma con crear obras atractivas, Tom quiere dar una vuelta de tuerca más y dentro de cada pintura hay otra esperando a ser reconocida. El resultado final… espectacular.
Etiquetas:
ilustraciones,
pintura
viernes, octubre 25, 2013
La devoción del sospechoso | Keigo Higashino
Ishigami salió de su apartamento a las siete y treinta y cinco de la mañana, como todos los días. Aunque ya era marzo, el viento continuaba siendo frío. Comenzó a andar intentando mantener la barbilla protegida bajo la bufanda. Y antes de encaminarse hacia la vía principal, dirigió la mirada a la zona de estacionamiento de las bicicletas. Había varias aparcadas, pero no la verde que a él le interesaba.
Tras caminar unos veinte metros en dirección sur, llegó a una amplia avenida, la de Shin-Ohashi. Yendo hacia la izquierda, o sea hacia el este, se encontraba el distrito de Edogawa, mientras que por el oeste se salía a Nihonbashi. Antes de llegar a Nihonbashi estaba el río Sumida, que la avenida de Shin-Ohashi cruzaba a través del puente del mismo nombre.
La forma más rápida que Ishigami tenía para ir de su apartamento al trabajo consistía, simplemente, en caminar así, todo recto, en dirección sur. Tras avanzar unos cientos de metros, se alcanzaba el parque de Kiyosumo Teien, y su lugar de trabajo era el instituto privado que estaba justo antes de llegar a dicho parque. En definitiva, era profesor. Enseñaba matemáticas.
Siempre que leo una novela negra oriental flipo en colores. La lectura de este libro ha sido una pasada, Keigo Higashino es un autor que de lo trivial crea algo excepcional. Una historia muy bien construida con personajes muy sólidos. Cuando os acerquéis a este libro que no se os pase por la cabeza que va a ser otro típico libro de novela negra.
Etiquetas:
Keigo Higashino,
libros
Suscribirse a:
Entradas (Atom)