Mira por el ventanal. La ciudad se extiende a sus pies, envuelta en un sopor nebuloso. Baja presión. Las nubes ruedan sobre las colinas, emanando de grietas y fisuras como si la geografía misma enviara señales de humo.
Allá abajo, al final de la cuesta, una mujer nada y su larga melena castaña flota en el agua. Su bañador es un precioso punto rojo vivo, un ave tropical rara en una superficie de un azul celestial. Nada a crawl todas las mañanas, bracea como una olímpica. Se solaza nadando, se recrea en su determinación, el ritmo, la rutina, en el hecho de estar despierta cuando él está despierto. Bracea con urgencia; no puede no nadar. Ella, la nadadora, es su confidente, su musa, su sirena.
ël está en el ventanal, no suele estar ahí, al menos a esas horas…
Por fin terminé la lista de libros que tenía para el verano, un poco tarde pero más vale tarde que nunca, el último elemento que me quedaba por leer era, "Este libro te salvará la vida" por "A. M. Homes". Un libro, para mi, extraño, donde todo es una historia del tirón sin capítulos ni partes. De esta joyita dicen cosas como éstas:
"Expléndida novela. Quizá no le salvará la vida a nadie, pero está llena de inesperados placeres" (FRANK COTTREL)
"Una fábula expléndida, antiamericana, contra el consumo, contra el individualismo… Un humor muy negro" (VIV GROSKOP)
"Una epopeya terriblemente humana de las segundas oportunidades, a la vez amable y alarmente" (JOHN WATERS)
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