domingo, diciembre 09, 2007

Seda


No me gustan demasiado los libros con pocas páginas y hoy os voy a hablar de uno de ellos que llegó a mi biblioteca por casualidad, la misma que está presente en todos los libros de "Paul Auster".
"Esta no es una novela. Ni siquiera es un cuento. Ésta es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento. El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe.
Se podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no habría valido la pena contarla…"

Aunque su padre había imaginado para él un brillante porvenir en el ejército, Hervé Joncour había acabado ganándose la vida con una insólita ocupación, tan amable que, por singular ironía, traslucia un vago aire femenino.
Para vivir Hervé Joncour compraba y vendía gusanos de seda.
Era 1861. Flauvert estaba escribiendo Salammbô, la luz eléctrica era todavía una hipótesis y Abraham Lincoln, al otro lado del océano, estaba combatiendo en una guerra cuyo final no vería.
Hervé Joncour tenía 32 años.
Compraba y vendía.
Gusanos de seda.

3 comentarios:

PAULA dijo...

a mi me encanta paul auster y la seda. y ahora me gusta como escribis, tal vez te interese mi blog....

L_Y_R dijo...

te recomiendo encarecidamente "oceano mar" del mismo Alessandro Baricco... delicioso... esa es la palabra.

Rodrigo dijo...

justamente ayer me recomendaban a Barrico para regalarlo en esta navidad... lo haré.