lunes, noviembre 17, 2008

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo by Haruki Murakami


Cuando sonó el teléfono, estaba en la cocina con una olla de espaguetis al fuego. Iba silbando la obertura de la gazza ladra, de Rossini, al compás de la radio, una emísión en fm. Una música idónea para cocer la pasta.
Al oír el teléfono, tuve la tentación de ignorarlo. Los espaguetis ya estaban casi listos y, además, en aquel preciso instante, Claudio Abbado conducía la orquesta filarmónica de Londres hacia el clímax musical. SIn embargo, qué remedio, bajé el gas, fui a la sala de estar y descolgué el auricular. Pensé que podía tratarse de algún conocido que me llamaba para hablarme de algún trabajo.
- Diez minutos, dame diez minutos - dijo sim preámbulos una mujer.
Soy bastante bueno reconociendo las voces, y aquella no la había oído nunca.
- Perdone, ¿por quién pregunta? - Dije educadamente.
-Pues por tí. Con diez minutos tengo bastante, dame diez minutos. Y así podremos entendernos bien - Contestó la mujer. Su voz era suave y profunda, indefinible.
- ¿Entendernos?
- Sí, entendernos el uno al otro.
Alargué el cuello a través de la puerta, y atisbé dentro de la cocina. Un vapor blanco se alzaba de la olla de espaguetis y Abbado seguía dirigiendo la gazza ladra.

Me gustó todo menos el final, bueno por decir que tiene final porque como que no existe. En este libro Murakami vuelve a cogernos de la mano y llevarnos a su mundo tan particular pero en los últimos capítulos como que nos suelta de la mano y no somos capaces de salir de esa Habitación 208. Una pena porque es un libro muy entretenido pero el cierre desde mi punto de vista no encaja y como que te deja a medias.

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