No es que me gusten mucho las cintas del oeste pero en este film he de reconocer que el director, James Mangold, demuestra que es un género que aún no está agotado. Una peli que te atrapa desde el primer fotograma aunque desde mi punto de vista al final como que pierde un poco de ritmo y es cuando te puedes empezar a dar ligeras cabezaditas como me ocurrió a mi. También es una gozada ver a Christian Bale en un papel de perdedor, Russell Crowe con su interpretación hace que te caiga bien aunque sea un cruel forajido. Me ha parecido muy interesante como el director nos muestra la delgada linea que hay entre el protagonista y el antagonista. Si quieres entretenerte un par de horas, ésta puede ser una buena opción.
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