lunes, abril 10, 2017

American Gods | Neil Gaiman



¿Los límites de nuestro país, señor? Pues al norte limita con la aurora boreal, al este con el sol naciente, al sur limita con la procesión de los equinoccios, y al oeste con el día del Juicio Final.
THE AMERICAN JOE MILLER´S JEST BOOK
Sombra llevaba tres años en la cárcel. Como era un tipo bastante grande y tenía pinta de no andarse con gilipolleces, su mayor problema consistía en encontrar maneras de matar el tiempo. Se dedicaba a entrenar para mantenerse en forma, a practicar juegos de manos con monedas y, sobre todo, a pensar en lo mucho que quería a su mujer.
Lo mejor de estar en la cárcel -quiza lo único bueno, en opinión de Sombra- era aquella sensación de alivio: el alivio que produce sentir que uno ha caído ya lo más bajo que se puede caer y ha tocado fondo. No le preocupaba que pudieran cogerle, porque ya le había pillado. En la cárcel no se despertaba con temor; no le asustaba lo que el mañana pudiera traerle, porque ya se lo había traído el ayer.
Nada importaba, decidió Sombra, si eres culpable del delito por el que te habían condenado o no. Según su experiencia, allí todo el mundo se quejaba de alguna cosa: siempre había algo que las autoridades habían interpretado mal, o algo que decían que habías hecho cuando no era así, o no lo habías hecho exactamente como ellos decían. Lo único importante era que te habían pillado.


El libro más absurdo que he leído en mi vida y el problema no ha sido el argumento sino la manera de escribir. Un relato fragmentado que le ha faltado un elemento aglutinador que haga que todo tenga un poco de sentido. Leer esta historia ha sido un gran suplicio y no creo que me vuelva a tocar un libro de este autor ni con un palo.

No hay comentarios: