Si te cuento que existe una sociedad secreta cuyos miembros proceden únicamente de los grupos más poderosos de la sociedad -banqueros, superricos, directores generales, abogados, autoridades policiales, traficantes de armas, militares condecorados, políticos, funcionarios del gobierno e incluso distinguidos clérigos de la Iglesia católica-, ¿me creerías? No me refiero a los Iluminati. Ni al Grupo Bilderberg, ni al Club Bohemio, ni aninguno de esos grupos maquinadores en los que una panda de conspiranoicos sin imaginación hablan de su visión de la economía. No. A primera vista, este club es mucho más inocente. A primera vista. Pero en el fondo no. Este club se reúne de forma irregular, en lugares secretos. A veces remotos y a veces tan a la vista que pasa desapercibido. Pero nunca repite sitio. Por lo general, ni siquiera se reúne en la misma zona horaria. Y en estas reuniones, esas personas…, no nos andemos con rodeos, llamémoslos por su nombre: los Amos del Universo. O el Poder Ejecutivo de nuestro sistema solar. Bueno, pues esas personas, los Ejecutivos, aprovechan estas reuniones privadas como pausas muy necesarias del importante y estresante negocio de joder al mundo más de lo que ya lo joden, y para soñar con formas aún más sádicas y desviadas de torturar, esclavizar y empobrecer a la población.
Una portada preciosa, un título interesante y una manera de venderlo increíble. Y poco más se puede comentar de este bodrio de libro. Es casi un calco malo de la última película de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut. No tiene ritmo, no tiene argumento, no tiene profundidad y tampoco te creas q es una novela erótica porque hasta en ese aspecto es bastante mala y parece mentira por quien ha sido escrita. Bueno que si quieres perder tiempo y dinero, éste es un libro genial.