Bueno, hacía sol. Les pareció buena señal. La gente convierte cualquier
nimiedad antigua en un presagio. Todo para decir que no había nubes a la
vista. El sol estaba donde siempre está el sol. Un sol tenaz e indiferente.
Las carreteras confluían. El tráfico se congestionaba. Su coche gris era
una campana de cristal, un microclima: aire acondicionado, el tufo de la
adolescencia (sudor, pies, seborrea), el champú francés de Amanda, el roce
de los desperdicios... Porque de eso siempre había: el coche era el reino de
Clay, lo bastante descuidado como para que se acumularan calcetines
inexplicables, el cascajo desprendido de las barritas de avena compradas al
por mayor, un volante de suscripción para The New Yorker, un pañuelo de
papel retorcido y petrificado con mocos, el plástico blanco retirado de una
tirita a saber cuándo... Los niños siempre necesitaban tiritas; su piel rosa se
abre como la fruta en verano.
El sol en los brazos les resultaba reconfortante. Los cristales estaban
tintados con un protector que mantenía a raya el cáncer. Se comentaba que
esa temporada iban a arreciar los huracanes, grandes tormentas con
nombres como Alexis, Beatrice, Christina, Deanna o Evelyn. Amanda
apagó la radio porque no le gustaba y porque todo era sexista, incluido el
hecho de que Clay conducía, entonces y siempre. Claro que ella no tenía
paciencia para sacramentos asociados a la conducción como aparcar en
lados alternos de la calle o revisar el coche cada veinte mil kilómetros.
Además, Clay se jactaba de esas actividades.
Últimamente ya no sabemos que leer, en esta ocasión vimos que se estrenaba en Netflix una curiosa película basada en un libro de Rumman Alam, Dejar el mundo atrás. Por supuesto que ni conocíamos al autor ni su obra, es infinito la cantidad de autores y libros que hay en el panorama actual. Y en esta ocasión nos hemos llevado una grata sorpresa. Un relato donde aparentemente no ocurre nada pero realmente está ocurriendo todo, Rumman Alam con su manera de narrar teje una historia magnética y vibrante que te mantendrá entretenido a lo largo de todo el relato.