Los maestres de la Ciudadela, encargados de preservar las historias de Poniente, han utilizado la Conquista de Aegon como punto de referencia cronológica durante los trescientos últimos años. Al datar nacimientos, defunciones, batallas y otros sucesos se indica d. C. (después de la Conquista) o a. C. (antes de la Conquista).
Los auténticos eruditos saben que esta datación no es en modo alguno precisa. Aegon Targaryen no conquistó los Siete Reinos de la noche a la mañana; transcurrieron más de dos años entre el desembarco de Aegon y su coronación en Antigua, que ni siguiera puso fin a la Conquista, ya que Dorne seguía sin dejarse someter. Los intentos esporádicos de anexionar Dorne al reino se sucedieron durante todo el reinado de Aegon y hasta bien entrados los de sus hijos, motivo por el que no es posible definir la fecha exacta del final de las guerras de la Conquista.
Incluso la fecha de su comienzo se presta a confusión. Muchos suponen, erróneamente, que el reinado del rey Aegon Targaryen, el primero de su nombre, empezó el día en que desembarcó en la desembocadura del río Aguasnegras, al pie de las tres colinas, donde más adelante se fundaría la ciudad de Desembarco del Rey. Pero no fue así: el rey y sus descendientes celebraban el Día del Desembarco de Aegon, pero el Conquistador cifraba el principio de su reinado en el día en que el Septón Supremo de la Fe lo coronó y ungió en el Septo Estrellado de Antigua. Esta coronación se produjo dos años después del desembarco de Aegon, cuando las tres grandes batallas de las guerras de la Conquista ya llevaban mucho tiempo libradas y ganadas. Por tanto, se infiere que, en realidad, la mayor parte de la conquista de Aegon tuvo lugar del año 2 al 1 a. C. (antes de la Conquista).
Empecé a ver la serie y flipé con la estética y la historia, me dije si la serie está tan bien el libro tiene que estar 100 veces mejor, craso error. Menudo ladrillo de 880 páginas, le sobran 700 páginas sin ningún problema. Creo que el gran error es que R. R. Martin cambia su manera de narrar, en esta historia todo se ve desde el punto de vista de un archimaestre, esto junto con la bestialidad de nombres convierte a Fuego y Sangre en un mazacote muy difícil de digerir. Digno de destacar las ilustraciones del tomo y poco más… el que tenga ganas y fuerza que lo intente, yo casi muero en el intento. Lo terminé por cabezonería. Un libro para los muy entendidos creo yo.