Un click no es suficiente
Howorth es un fanático del servicio de atención al cliente (que resulta ser la única forma de competir con amazon.com y las cadenas de tiendas hoy en día). Para recalcar la importancia de tal servicio, les contó la historia de su ejemplo más extremo en cuanto a atender a un cliente se refiere.
En una ocasión, uno de los responsables de la tienda subió al despacho de Howorth para decirle que una clienta tenía una queja. Éste bajó tranquilamente para ver cuál era el problema. La clienta le dijo, enfadada, que había aparcado el coche enfrente de la tienda y que la suciedad de los tiestos de los balcones del local había caído no se sabía cómo, encima del vehículo. Entonces, Howorth se ofreció a lavárselo. Subieron al coche y se dirigieron a una estación de servicio con túnel de lavado. Pero estaba cerrada por reformas. Ella se enfadó aún más. Dadas las circunstancias, Howorth sugirió ir a su casa, donde cogió un cubo, jabón y una manguera, y lavó el automóvil él mismo.
Somos muy asiduos a leer este tipos de libros, nos parecen muy instructivos y al final te enteras de muchas cosas que desconocías. Nos hemos quedado prendados de la genialidad de Jeff Bezos, es alucinante como funciona la mente de este visionario y sobre todo como para ellos el concepto fracaso no existe en su cerebro.
Normalmente cuando lees un libro de este tipo al final tanta información se te hace un poco pesada pero el autor, Richard L. Brandt consigue todo lo contrario, te lo hace superameno y esperas que el libro nunca termine y siga instruyendote tanto sobre Amazon como Jeff Bezos. Nos ha gustado tanto la manera de escribir de Richard, que aunque ya hemos leído muchos libros sobre Google, en breve leeremos su libro, Las dos caras de Google.