jueves, enero 02, 2020

Un click: Jeff Bezos y el auge de amazon.com | Richard L. Brandt


Un click no es suficiente 


El 22 de septiembre de 1994, dos meses después de constituir amazon.com y diez meses antes de lanzar la empresa al mercado, Jeff Bezos decidió aprender a vender libros. Hizo un curso patrocinado por la Asociación Americana de Libreros sobre cómo abrir una librería. Un grupo de entre cuarenta y cincuenta aspirantes a libreros, desde jóvenes que que“rían empezar hasta parejas jubiladas con una segunda carrera en mente, asistieron al curso de cuatro días en el hotel Benson de Portland. Participaron en ponencias sobre temas como las operaciones financieras relacionadas con las librerías, la atención al cliente y la gestión de inventarios. Uno de los profesores era Richard Howorth, propietario de Square Books de Oxford (Misisipí).

Howorth es un fanático del servicio de atención al cliente (que resulta ser la única forma de competir con amazon.com y las cadenas de tiendas hoy en día). Para recalcar la importancia de tal servicio, les contó la historia de su ejemplo más extremo en cuanto a atender a un cliente se refiere.

En una ocasión, uno de los responsables de la tienda subió al despacho de Howorth para decirle que una clienta tenía una queja. Éste bajó tranquilamente para ver cuál era el problema. La clienta le dijo, enfadada, que había aparcado el coche enfrente de la tienda y que la suciedad de los tiestos de los balcones del local había caído no se sabía cómo, encima del vehículo. Entonces, Howorth se ofreció a lavárselo. Subieron al coche y se dirigieron a una estación de servicio con túnel de lavado. Pero estaba cerrada por reformas. Ella se enfadó aún más. Dadas las circunstancias, Howorth sugirió ir a su casa, donde cogió un cubo, jabón y una manguera, y lavó el automóvil él mismo.


Somos muy asiduos a leer este tipos de libros, nos parecen muy instructivos y al final te enteras de muchas cosas que desconocías. Nos hemos quedado prendados de la genialidad de Jeff Bezos, es alucinante como funciona la mente de este visionario y sobre todo como para ellos el concepto fracaso no existe en su cerebro.
Normalmente cuando lees un libro de este tipo al final tanta información se te hace un poco pesada pero el autor, Richard L. Brandt consigue todo lo contrario, te lo hace superameno y esperas que el libro nunca termine y siga instruyendote tanto sobre Amazon como Jeff Bezos. Nos ha gustado tanto la manera de escribir de Richard, que aunque ya hemos leído muchos libros sobre Google, en breve leeremos su libro, Las dos caras de Google.

martes, diciembre 24, 2019

Raw Grow Dried Fruits by formascope design





Cuando ves este tipo de diseños y creatividades poco podemos decir, que lo tiene todo. Los culpables de esta genialidad son la gente de formascope design.

martes, diciembre 17, 2019

Photos by Bokanev





El trabajo de Bokanev siempre nos ha parecido una auténtica pasada y cuando retrata el mundo del ciclismo se sale.

lunes, diciembre 16, 2019

Hotel Tango by Dan Shearin




La semana pasada veíamos este trabajo de labeling y nos encantó. En un principio parece muy sencillo, pero trabajando únicamente con tipografía y con dos colores es muy difícil llegar a este resultado.El culpable de este genial trabajo es  Dan Shearin.

viernes, diciembre 13, 2019

¿Cuantó tiempo…


_¿Cuánto tiempo es para
siempre? _preguntó Alicia.
_A veces sólo un segundo
_respondió el Conejo Blanco.

· Lewis Carroll ·

London Grammar - Strong




Otra voz que este año nos ha tenido cautivados. London Grammar - Strong

jueves, diciembre 05, 2019

Classic Blue es el color del año de Pantone para 2020




Ya sabemos el color Pantone del año 2020, en esta ocasión va a ser el Classic Blue. El azul no es un color que nos apasione mucho pero hemos de reconocer que es un azul elegante.

miércoles, diciembre 04, 2019

El hombre del revés | Fred Vargas



El martes aparecieron cuatro ovejas degolladas en Ventebrune, en los Alpes. Y el jueves, nueve en Pierrefort.
–Lobos –dijo un viejo–. Bajan hasta nosotros.
El otro vació su vaso, levantó la mano.
–Un lobo, Pierrot, un lobo. Una bestia como nunca has visto. Que baja hasta nosotros.

Había dos tipos, estirados en la maleza.
–No te imaginarás que vas a enseñarme mi trabajo –susurró el primero.
–No me imagino nada –respondió su compañero, un tipo alto, de pelo largo y rubio, que se llamaba Lawrence.
Inmóviles, empuñando los prismáticos, los dos hombres observaban una pareja de lobos. Eran las diez de la mañana, el sol les cocía los riñones.
–Ese lobo es Marcus –prosiguió Lawrence–. Ha vuelto.
El otro sacudió la cabeza. Era un hombre de la zona, bajito, moreno, un poco terco. Llevaba seis años cuidando los lobos del Mercantour. Se llamaba Jean.
–Es Sibellius –murmuró. –Sibellius es mucho más grande. No tiene ese mechón amarillo en el cuello.
Turbado, Jean Mercier ajustó los prismáticos, los limpió de nuevo y examinó con atención el lobo macho que, a trescientos metros al este de donde estaban escondidos, daba vueltas alrededor de la roca familiar, alzando de vez en cuando el hocico al viento.


Tenía claro que por lo menos iba a leer dos novelas seguidas de esta autora, la primera, El hombre de los círculos azules, no me convenció mucho pero conocía por las críticas que era el primer paso para empezar a disfrutar… en esta segunda entrega, El hombre del revés, he disfrutado sobre todo con el desarrollo y crecimiento de los antiguos personajes y el nacimiento de los nuevos; con estos nos hemos llevado una grata sorpresa debido a su singularidad. El hombre del revés nos es el típico libro que te mantiene en vilo hasta el final, Fred Vargas a la mitad de la historia ya te esboza quien puede ser el culpable y a partir de ahí se van desencadenando los hechos que te llevarán al desenlace final sin sorpresas. Es curiosa esta manera de idear la trama porque creo que es su estilo, en el libro anterior más o menos seguía el mismo patrón. Un raro patrón para la novela negra. Y como sigo queriendo disfrutar en breve leeré su tercera entrega, Los cuatro ríos, menos mal que no empieza por El hombre… porque ya sería una rallada.

Mylko Brand Identity by Danielle Hall





Comenzamos el mes de diciembre con otra identidad que nos ha enamorado. En esta ocasión el grueso del trabajo está en el lettering que nos encanta pero además es implementado de una manera que al final el resultado es perfecto. La culpable de este trabajo es Danielle Hall, en su portfolio podréis ver más trabajos de ella que no os va a dejar indiferente.

miércoles, noviembre 27, 2019

Horse Studio






Nos ha encantado la concepción y desarrollo de esta marca de cerveza. Un producto diferente necesita una identidad visual distinta para diferenciarse y destacar entre tantos artículos. Los encargados de este trabajo ha sido horse-studio. Una pena que sólo se puedan ver su trabajos a través de instagram.

viernes, noviembre 22, 2019

Song for Someone by Vertical Horizon




Hace tiempo que perdimos la costumbre de iniciar el viernes con alguna canción que nos rondase por la cabeza los días anteriores, pues para romper esa costumbre hoy os proponemos a este grupo, Vertical Horizon y este tema Song for Someone.

Kaposvár City Branding




 

Hoy dándonos una vuelta por la web de Behance nos hemos encontrado con este trabajo de identidad visual y nos ha parecido genial la solución. Nos ha encantado el logotipo, lo que menos nos ha convencio es la imagen que acompaña. Para nuestro gusto un contraste chirriante. En el portfolio de Kissmiklos podréis ver piezas tan interesantes como estas.

viernes, noviembre 15, 2019

B&B Studio







Alucinando con las piezas de B&B Studio. Originales, llamativas, contemporáneas, imaginativas, coloridas…

miércoles, noviembre 06, 2019

El hombre de los círculos azules | Fred Vargas


Mathilde sacó su agenda y escribió: «El tipo que está sentado a mi izquierda empieza a tocarme las narices».
Bebió un sorbo de cerveza y volvió a echar una ojeada a su vecino, un tipo enorme que daba golpecitos con los dedos en la mesa desde hacía diez minutos.
Añadió en la agenda: «Está sentado demasiado cerca de mí, como si nos conociéramos, aunque jamás le había visto. Estoy segura de que no le había visto jamás. No se puede contar nada más de este tipo que lleva gafas negras. Estoy en la terraza del Café Saint-Jacques y he pedido una caña. La bebo. Me concentro en la cerveza. No tengo nada mejor que hacer».
El vecino de Mathilde siguió tecleando.
—¿Pasa algo? —preguntó Mathilde.
Mathilde tenía la voz grave y muy cascada. El hombre dedujo que era una mujer y que fumaba todo lo que podía.
—Nada, ¿por qué? —preguntó el hombre.
—Me está empezando a poner nerviosa verle tamborilear en la mesa. Hoy me crispa todo.
Mathilde acabó la cerveza. Todo le parecía insulso, sensación típica de los domingos. Mathilde tenía la impresión de que sufría más que los demás ese mal bastante común que ella llamaba «el mal del séptimo día».


Como buenos amantes de la novela negra nos hemos sumergido en una nueva saga, la creada por Frédérique Audoin-Rouzeau que firma con el seudónimo Fred Vargas. He comenzado por el primero, que ya sabía que no era de los mejores, pero todo ha de comenzarse por el principio. Y efectivamente no es que me haya entusiasmado mucho pero se va intuyendo que los episodios siguientes prometerán.  De hecho esta primera novela claramente es una excusa para presentarte a los personajes que nos encontraremos en los sucesivos libros. Habrá que tener paciencia y seguir profundizando en la obra de Fred Vargas.

Corin Kennington





Alucinados con el arte de Corin Kennington, en su web podréis ver infinidad de trabajos donde nos muestra el dominio del pincel, del lettering, de la ilustración…

jueves, octubre 31, 2019

Three Uncles by Studio NinetyOne






Nos encantan los trabajos de Studio NinetyOne, sencillos, directos y especiales. En esta ocasión queremos mostraros unas de sus últimas piezas, Three Uncles.  ¡Flipando con los neones!

lunes, octubre 28, 2019

El pájaro espectador | Wallace Stegner



En una mañana de febrero en la que un frente frío avanza desde el Pacífico, aunque todavía no ha llegado del todo, los vientos son variables y racheados, las nubes parecen aplastarnos y un chaparrón de lluvia fina oscurece de cuando en cuando las losetas de la terraza, este lugar no se ajusta a ninguno de esos clichés sobre California con los que anuncian las Ciudades del Sol para el Crepúsculo de sus Días. Ni cielos monótonos, ni mañanas frías y nubladas, ni tardes plácidas que se funden con anocheceres frescos. Éste es el tiempo de los mares del Norte. El cielo hierve de nubes, el sol relumbra de vez en cuando como el ojo que abre un paciente drogado y el breve rayo de inteligencia que proyecta ilumina los montes y convierte una urbanización lejana en una vista de Toledo.
Unos rascadores pardos bien gorditos se van juntando unos con otros disimuladamente, las palomas torcaces cuellirrosas rebuscan comida entre la hierba, el campo vecino se llena de golpe de petirrojos que aparecen como hojas volanderas, comiscan un rato y se marchan todos juntos como si obedeciesen a una orden. Desde el estudio puedo ver a los chochines y herrerillos posados en la encina. Éste es el quinto año consecutivo que los chochines anidan en el mismo agujero y andan muy atareados: colas agitadas entrando y cabezas afiladas con franja blanca en las cejas saliendo. Son agresivos y malhumorados y yo, ocioso, me pregunto por qué, siendo como soy igual de picajoso que los chochines, prefiero con mucho a esos herrerillos tan sociables. Tal vez sea porque los herrerillos hacen lo que pensé que íbamos a hacer nosotros aquí, perder el tiempo sin hacer nada, no estar sujetos a horarios ni obligaciones, dar patadas a las hojas, jugar al escondite subiendo y bajando por los troncos de las encinas y pasárnoslo bien.


Mi primer contacto con la obra de Wallace Stegner fue, En lugar seguro, un libro para enamorarse de la lectura. Con el pájaro espectador no me ha ocurrido lo mismo, no he llegado a conectar con esta lectura y como bien dijo Bodalaire: "no se puede ser sublime sin interrupción". Además me acabo de dar cuenta que es un libro que ya había leído y que tengo reseñado en el blog. Y por lo que puse en su momento creo que cada vez que lo leo me gusta menos.

viernes, octubre 25, 2019

Nike Swoosh Art




Qué ocurre visualmente cuando mezclamos uno de los símbolos más contemporáneos del consumismo con obras de arte icónicas clásicas, pues que obtenemos una bomba visual. Nike Swoosh Art.

jueves, octubre 24, 2019

Love Creative






Una imagen diferente para un vodka diferente. Cada vez somos más seguidores de este tipo de trabajo donde rompen con el canon establecido. Los culpables de esta particular imagen son la agencia creativa Love Creative.